Un operativo policial contra el crimen organizado terminó con la muerte de Ender Alexis Rojas, presunto cabecilla del Tren de Aragua, una de las estructuras criminales más peligrosas de origen venezolano con presencia en varios países de Sudamérica.

El hecho ocurrió en la mañana de este martes, cuando agentes del Grupo Antisecuestro de la Policía Nacional realizaban un operativo en un edificio residencial del departamento de Antioquia. Según versiones oficiales, Rojas intentó escapar al verse rodeado por los uniformados y, en su intento de huida, se lanzó desde el sexto piso, falleciendo de manera inmediata.

Rojas, de nacionalidad venezolana, era buscado internacionalmente y tenía una alerta roja de Interpol por delitos relacionados con secuestro, extorsión y narcotráfico. De acuerdo con el coronel Édgar Correa, director del Grupo Antisecuestro, el fallecido habría liderado células del Tren de Aragua en Perú y Chile, antes de llegar a Colombia en 2024 para reorganizar operaciones criminales vinculadas con esas mismas actividades ilícitas.

Durante el operativo, las autoridades capturaron a tres integrantes más de la organización, identificados como Luis Cabeza, Daviannys del Jesús Moya y Samuel Urbina, también de nacionalidad venezolana. Todos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación para su judicialización.

El coronel Correa destacó que este procedimiento representa “un golpe significativo contra la expansión del Tren de Aragua en territorio colombiano”, banda que ha sido vinculada con múltiples delitos transnacionales, incluyendo tráfico de drogas, trata de personas, y homicidios selectivos.

A pesar de este resultado, las autoridades reconocen que la estructura criminal continúa operando en varios países de la región. En ese sentido, la Embajada de Estados Unidos en Colombia, junto con la Policía Nacional, mantiene vigentes recompensas de hasta 12 millones de dólares por información que conduzca a la captura de tres de sus máximos líderes: Giovanny San Vicente, Yohan José Romero (alias “Johan Petrica”) y Héctor Guerrero Flores (alias “Niño Guerrero”), principales cabecillas del entramado delictivo que sigue extendiendo sus tentáculos más allá de las fronteras venezolanas.

La investigación continúa para determinar el alcance de la red que Rojas había conformado en Colombia y las conexiones que mantenía con las células operativas del Tren de Aragua en el resto del continente.